La cicatriz tras una reducción mamaria

Una cicatriz de reducción mamaria es el resultado de una cirugía estética para reducir el tamaño del pecho. Si estás pensando en someterte a este tipo de operación, debes saber qué hacer a continuación y cómo cuidar la cicatriz. Te lo explicamos todo.

Introducción a la reducción mamaria

La reducción mamaria es una intervención que tiene como objetivo disminuir el volumen del pecho. Es una de las intervenciones más comunes en cirugía estética. Su objetivo es aliviar a las pacientes de una hipertrofia mamaria.

¿Qué es una reducción mamaria?

Si también te sientes acomplejada por tener un busto demasiado grande, la reducción mamaria representa una solución quirúrgica eficaz. Consiste en remodelar el pecho levantándolo y reduciendo su volumen.

¿Por qué elegir una reducción mamaria?

Las pacientes que buscan redibujar su busto generalmente sufren de molestias o incomodidades debido a una hipertrofia mamaria. Esto significa que su volumen es demasiado grande en relación con el resto de su figura. Las consecuencias son dificultades para vestirse o dolores de espalda.

Comprender las cicatrices de la reducción mamaria

Como en cualquier operación de cirugía estética, la reducción mamaria inevitablemente deja una cicatriz. Es importante saber que existen dos tipos de cicatrices según el procedimiento quirúrgico utilizado.

Tipos de cicatrices y su ubicación

Para un lifting mamario, hay dos formas de operar: realizando una simple incisión vertical o una en forma de T. La técnica depende de la importancia de la ptosis y la hipertrofia.

La incisión vertical se prefiere cuando la reducción de pecho es moderada. En este caso, la cicatriz se extiende desde la areola hasta el surco submamario. Es perfectamente visible, pero se desvanece con el tiempo.

Por otro lado, cuando el exceso de piel es demasiado importante, el cirujano utiliza la incisión en forma de T o «ancla marina». Esta vez, la cicatriz de la reducción mamaria es un poco más compleja. Está compuesta por tres incisiones:

  • La cicatriz periareolar simple: dibujada alrededor de la areola, es fácilmente disimulada en su pigmentación fisiológica.
  • La cicatriz vertical: ubicada entre la areola y el surco submamario.
  • La cicatriz horizontal: escondida en el pliegue debajo del seno, es visible solo en posición acostada.

Proceso de cicatrización post-reducción

La cicatriz de la reducción mamaria evoluciona progresivamente después de la cirugía de los senos. Su color rosado se desvanece con el tiempo y su apariencia se vuelve definitiva en aproximadamente un año y medio.

Puede suceder que la cicatriz evolucione anormalmente hacia una forma hipertrófica o queloide. Este tipo de cicatriz se reconoce por su apariencia roja y gruesa. Si esto sucede, se deben implementar tratamientos específicos.

Cuidados postoperatorios para las cicatrices

Después de la operación de cirugía mamaria, el médico coloca un vendaje moldeador en forma de sostén sobre el pecho para disminuir el riesgo de hematoma. Luego se reemplaza por una prenda de compresión que se debe usar día y noche durante aproximadamente 15 días. La ducha diaria sigue siendo posible teniendo cuidado de quitar los vendajes.

Consejos para una mejor recuperación

La cicatriz de la reducción mamaria debe tratarse con cuidado para permitir una curación más rápida. Si te has sometido a una cirugía estética en el pecho, debes esperar al menos un año antes de exponerte al sol.

También puedes favorecer la curación evitando actividades físicas o el levantamiento de cargas pesadas. Debes principalmente descansar y no forzar la cicatriz de la reducción mamaria.

¿Cuándo consultar a un médico?

Cualquier intervención quirúrgica conlleva siempre riesgos potenciales de complicaciones. La cicatriz de la reducción mamaria no es una excepción. Si sientes algún dolor anormal, un olor desagradable o un cambio de color, no dudes en consultar inmediatamente a un especialista.

Tratamientos de las cicatrices

La cicatriz de la reducción mamaria puede desvanecerse más rápidamente con los cuidados apropiados. Para comenzar, la aplicación de cremas y pomadas cicatrizantes. Los cuidados de las cicatrices también pueden complementarse o reemplazarse por técnicas más avanzadas.

Opciones de tratamiento con láser

Hablemos del tratamiento con láser, muy eficaz para atenuar la cicatriz de la reducción mamaria. La solución láser es ideal para acelerar el proceso de cicatrización justo después de la sutura.

El calor generado por el aparato se difunde bajo las profundidades de la piel para permitir que las fibras de colágeno se reconstituyan. Los resultados en la cicatriz de la reducción mamaria son casi invisibles.

Cremas y remedios para las cicatrices

Una buena cicatrización también pasa por las cremas y pomadas con propiedades antisépticas y cicatrizantes. Son indispensables para una cicatrización sin complicaciones. Entre los ingredientes a privilegiar, encontramos el ácido hialurónico, el ácido coloidal, la glicerina o el silicón que favorecen la hidratación de la herida.

FAQ

¿Cuánto tiempo se tarda en que las cicatrices se desvanezcan?

Las cicatrices debidas a una reducción mamaria necesitan tiempo para curarse y desvanecerse. Aunque evolucionan progresivamente, pasará hasta al menos un año antes de que tomen su aspecto definitivo.

¿Cómo prevenir las cicatrices hipertrofia?

Para atenuar el aspecto de las cicatrices en caso de hipertrofia mamaria, la tecnología láser representa una solución muy eficaz. Se aplica directamente al final de la intervención para estimular la regeneración celular.

¿Cómo afecta la reducción mamaria al aspecto de las cicatrices a largo plazo?

La reducción mamaria es una intervención quirúrgica que deja cicatrices más o menos invisibles. Estas están disimuladas en los pliegues de los senos y, por lo tanto, son poco visibles.