Las cicatrices queloides pueden resultar especialmente molestas tanto desde el punto de vista estético como físico. Constituyen una de las complicaciones más temidas tras una intervención de cirugía estética. Entre los tratamientos disponibles, el láser se posiciona hoy como una solución innovadora y prometedora. ¿Cómo actúa? ¿Es realmente eficaz? ¿Qué resultados se pueden esperar? Aquí te lo explicamos todo.
¿Qué es una cicatriz queloide?
Una cicatriz queloide es una formación anormal de tejido cicatricial que se extiende más allá de los límites de la herida original. A diferencia de las cicatrices hipertróficas, que permanecen dentro del perímetro de la incisión, las queloides crecen de forma descontrolada sobre la piel.
Esta proliferación excesiva se debe a una sobreproducción de colágeno, principalmente del tipo I, durante el proceso de cicatrización. Suele deberse a una respuesta inflamatoria exagerada del organismo, a veces influida por factores genéticos, hormonales o raciales (los fototipos oscuros y las personas de origen asiático son más propensas).
Las zonas más afectadas suelen ser el tórax, los hombros, la parte alta de la espalda, los lóbulos de las orejas y, en ocasiones, el abdomen después de una cirugía estética.
¿Son difíciles de tratar las cicatrices queloides? El tratamiento de las queloides es complejo por dos motivos principales:
● Alta tasa de recurrencia: incluso tras su extirpación quirúrgica, la cicatriz puede reaparecer e incluso volverse más voluminosa.
● Respuesta variable: algunos pacientes responden bien a las inyecciones de corticoides, otros no. No existe un tratamiento universal.
¿Cómo actúan las inyecciones de corticoides?
Los corticoides se utilizan ampliamente gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antifibróticas. Inyectados directamente en la cicatriz, ayudan a:
● Reducir la producción excesiva de colágeno tipo I, responsable del engrosamiento y elevación de las queloides.
● Disminuir la inflamación local, que suele causar picor y molestias.
● Ablandar y aplanar la cicatriz, frenando la proliferación anormal de los fibroblastos (las células que producen el tejido cicatricial).
Este tratamiento se aplica generalmente cada 3 a 6 semanas durante varios meses, dependiendo del tamaño y resistencia de la cicatriz. Suele combinarse con otros métodos como la compresión, el láser o la crioterapia.
De ahí el interés por métodos alternativos como el tratamiento con láser, que actúa tanto sobre la estructura como sobre el entorno biológico de la cicatriz.
¿Cómo actúa el láser sobre una cicatriz queloide?
Los tratamientos con láser buscan modular la respuesta inflamatoria, estimular una cicatrización más controlada y remodelar las fibras de colágeno anómalas. Existen principalmente tres tipos de láser utilizados:
1. Láser de colorante pulsado (PDL – Pulsed Dye Laser)
Actúa sobre los vasos sanguíneos presentes en las cicatrices queloides, responsables de su color rojizo o violáceo. Al reducir la vascularización, disminuye la inflamación, el volumen de la cicatriz y los síntomas asociados.
2. Láser fraccionado no ablativo
Este láser genera microlesiones controladas en la dermis, sin dañar la capa superficial de la piel (epidermis). Estimula la regeneración cutánea y reorganiza las fibras de colágeno, mejorando la textura, el grosor y la elasticidad de la cicatriz.
3. Láser UrgoTouch®: un enfoque preventivo
UrgoTouch® es un láser aplicado justo después del cierre quirúrgico de la herida. Mediante una temperatura controlada de 50 °C, activa la proteína de choque térmico HSP70, que protege las células cutáneas y regula la respuesta inflamatoria. Estudios clínicos demuestran que UrgoTouch® puede reducir hasta en un 53 % el volumen cicatricial.
¿Qué resultados se pueden observar antes y después del láser?
Los resultados suelen ser progresivos y dependen del perfil del paciente y del tipo de láser utilizado, pero en general se observa:
● Reducción del volumen de la cicatriz (hasta un 50 %)
● Mejora en la textura de la piel
● Disminución de la rojez y la inflamación
● Reducción del picor o dolor asociado
Los primeros efectos se suelen notar a partir de la segunda o tercera sesión, con resultados óptimos tras 6 a 12 meses.
Ventajas y límites del tratamiento con láser Ventajas
● Método no invasivo
● Indoloro (con anestesia en quirófano si se usa UrgoTouch®)
● Mejora estética significativa
● Compatible con otros tratamientos: corticoides, apósitos, cremas Límites
● Posibles efectos secundarios leves: enrojecimiento temporal, hinchazón, picor
● Menor eficacia sobre queloides antiguas o muy fibrosas (necesita terapia combinada)
¿Quién puede beneficiarse del tratamiento láser?
Cualquier persona con una cicatriz queloide, reciente o antigua, puede beneficiarse de este tratamiento, siempre tras una evaluación médica realizada por un dermatólogo o cirujano estético.
FAQ
¿Es doloroso el tratamiento láser de las cicatrices queloides?
No. En general, el procedimiento es bien tolerado. Muchos dispositivos incorporan sistemas de enfriamiento que evitan la sensación de calor excesivo.
¿Cuántas sesiones se necesitan para ver resultados?
Por lo general, se recomiendan entre 3 y 6 sesiones, espaciadas entre 4 y 6 semanas, dependiendo del tamaño y evolución de la cicatriz.
¿El láser puede eliminar completamente una cicatriz queloide?
No. El objetivo no es eliminarla del todo, sino hacerla mucho menos visible, menos elevada, menos roja y más cómoda a largo plazo.